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BREXIT e INCOTERMS

 

 

¿Cómo influye el Brexit en los Incoterms?

El Brexit es una realidad así que sólo cabe afrontarla de la forma más práctica posible para minimizar su impacto o, incluso, atisbar nuevas oportunidades. Es, por ello que iniciamos una serie de cinco vídeos en colaboración con nuestro proveedor DHL Express donde, precisamente, se trata de aportar recomendaciones muy prácticas a las empresas en su nueva gestión con Reino Unido.

Hemos emitido Brexit y las facturas comerciales y un segundo vídeo centrado en el Número EORI e identificación IOR/EOR. En esta nueva entrega nos centramos en un aspecto clave, los incoterms.

A partir de este 31 de diciembre Reino Unido saldrá definitivamente de la Unión Europea. El Brexit está aquí después de un largo y tortuoso recorrido. Y para escenificar este, para muchos, drama viene acompañado de una mutación más contagiosa del virus Covid- 19, parece que generada en los alrededores de Londres y de un profundo ciclón de nombre Bella que, tras golpear con virulencia al Reino Unido llega, ahora, también con fuerza al continente europeo.

Aunque el Brexit se consumó en enero de este año los británicos han seguido sometidos a las normas europeas y beneficiándose del acceso al mercado único y la unión aduanera durante los 11 meses que ha durado el periodo de transición.  La aplicación provisional del acuerdo hasta que sea confirmado por la Eurocámara permitirá minimizar el tremendo impacto que una salida sin acuerdo habría tenido a ambos lados del Canal de la Mancha.

Pero incluso con la aplicación provisional la relación entre Reino Unido y la UE, sus intercambios comerciales, las conexiones por tierra, mar y aire… cambiarán significativamente a partir del 1 de enero. No habrá aranceles ni cuotas, pero sí controles a los productos para su entrada en territorio europeo lo cual amenaza con saturar los pasos fronterizos. Los ciudadanos británicos necesitarán visa para viajar y trabajar en Europa, se acabó la libertad de movimiento con la isla.  Y sectores clave para la economía británica, como los servicios financieros, están excluidos del acuerdo comercial con el potencial impacto económico que eso supone.